la base piramidal de la estructura de periodización en atletas de competición, además
destaca que el control de la frecuencia cardiaca permite regular las cargas deportivas.
Es importante que el entrenador de atletas de competición maneje elementos
fisiológicos y psicológicos, además establezca objetivos concretos que luego serán
evaluados (Verkhoshansky, 2001). En esta línea (Martínez-Rodríguez, 2000)
complementa indicando que el deporte de competición contemporáneo se fundamenta
en estudios bioquímicos, médicos y psicológicos, siendo importante los controles de
doping y antidoping.
Zhelyazkov (2001) indica que los factores biomecánicos y asimilación cognoscitiva de
los elementos motrices es el primer escalón para luego desarrollar en primer término
las capacidades aeróbicas, de elasticidad, tiempos de reacción y fuerza, e ir
introduciendo paulatinamente cargas. En este aspecto difiere Limonta-Vidal, Rosales-
Paneque, & Cevallos-Zambrano (2019) quienes indican la existencia de tres
componentes que consolidan progresivamente el entrenamiento de atletas de
competición: los elementos físicos, motores y psicológicos. El primero se refiere a la
forma deportiva, las adaptaciones cardiovasculares y respiratorias frente a las
exigencias del trabajo muscular, lo motor abarca la técnica de cada disciplina, el
elemento psicológico se constituye en las capacidades mentales para salir bajo
presión, una correcta toma de decisiones, el componente táctico y el uso correcto de
las sensopercepciones y sentidos.
Para Matveev (2001) el punto álgido del entrenamiento culmina con la fase de
competición, pueden existir hasta tres puntas evaluativas, pues a la tercera semana
se pierde la forma deportiva. Campo-Granell & Ramón-Cervera (2006) plantea una
visión distinta, destaca los procesos de compensación y sobrecompensación, alerta
además en temas de sobre entrenamiento deportivo, y especifica tres fases básicas
en cualquier programa de preparación: periodo de desarrollo, mantenimiento y
recuperación.
La prolijidad del entrenamiento desde las sesiones individuales hasta la conformación
de micros, meses y macrociclos es referenciada por (Arrese, 2013), además se
destaca la importancia de conformar equipos multi y transdisciplinares, buscando una
cientificidad del entrenamiento. Medina-Vaillant (2014) complementan este aporte,
indicando que el entrenamiento de atletas élite, tiene siempre como base una etapa
de preparación física general, física especial, especial, y finalmente las etapas
precompetitiva, competitiva y transitoria, que pueden ser estructuradas en meses,
micros y macros.
Siguiendo esta línea, Raposo (2000) coincide en que la planificación debe mantener
una secuencia lógica, y una concordancia con las metas técnicas, tácticas,
estratégicas, físicas y psicológicas. Por el contrario, Delgado Fernández et al. (2006)
afirma que el entrenamiento se fundamenta en una base bioquímica, es posible
realizar un análisis metabólico mediante la exploración de intercambio de gases