de Sacha Inchi en Ecuador, la mayoría de la producción se vende o se industrializa
localmente, cada hectárea produce un promedio de 3,5 toneladas por año; esto
significa que la producción total de sacha inchi del país es de 2845,5 toneladas, y en
términos porcentuales, la producción de la provincia de Manabí representa el 30,75%
de la producción total (MAGAP, 2014).
La palma africana ha sido uno de los principales cultivos del sector agropecuario en
Ecuador. Sin embargo, dada la tendencia decreciente de la producción de la palma
africana debido a la Pudrición del Cogollo (PC), altas tasas de interés, alto costo de
mano de obra y bajo precio de la tonelada métrica de la fruta en el mercado
desestimula las inversiones en el cultivo (Banco Central del Ecuador, 2017);
ocasionando que los agricultores busquen otras alternativas de cultivo como medida
para apalear la grave situación económica del sector agrícola.
Siendo un cultivo no tradicional y poco conocido en el país, el sector agrícola demanda
de información científica que ayude y fortalezca las técnicas y métodos de producción
que se adapten a las diferentes zonas, así como, los cuidados diarios de los cultivos
que permitan incrementar la productividad. Datos inherentes a los mercados actuales
y potenciales también son determinantes para que la producción de Sacha Inchi siga
creciendo. Los costos de producción y la identificación de riesgos económicos, al igual
que, el análisis de los productos, derivados, usos y tecnología disponible, entre otros,
son datos relevantes que también demandan los productores actuales y potenciales.
Las semillas de Sacha Inchi están conformadas de entre el 33% y el 35% de cáscara
y de entre el 65 y 67 % de grano. El grano presenta entre el 48 y 50% de aceite y entre
el 27 y 28 % de proteínas altamente digeribles y ricas en aminoácidos esenciales.
Sacha Inchi es conocido por tener altos índices de ácidos grasos esenciales omega 3
(más del 48%), omega 6 (36%) y omega 9 (8%); antioxidantes, vitamina A y Vitamina
E (Manco Céspedes, 2006), lo que la hace muy demandada y valorada en mercados
internacionales.
Las pequeñas y medianas empresas son organizaciones que combinan capital,
trabajo y métodos de producción para obtener bienes o servicios, y tienen como
objetivo satisfacer las diversas necesidades de un sector y un mercado específico, se
clasifican según ventas, capital social, número de empleados, nivel de producción o
activos, y presentan características propias según las actividades realizadas.
La determinación de una Pymes dependerá del nivel de desarrollo de cada país para
establecer la igualdad o la desigualdad. Por ejemplo, una pequeña empresa en Suiza
puede ser una gran empresa en Ecuador. Sin embargo, para el Servicio de Rentas
Internas. (SRI), son denominadas pymes al conjunto de pequeñas y medianas
empresas que presentan las siguientes características en función de las ventas, el
capital social, la cantidad de trabajadores, los niveles de producción o los activos. Para
las pymes, su objetivo es producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades
de los consumidores de acuerdo con sus actividades económicas (Ron & Viviana,
2017).