Esta falta de inmunidad y exposición previa a las enfermedades europeas hizo que
las poblaciones indígenas fueran extremadamente vulnerables. Se intuye que las
enfermedades portadas por los españoles tuvieron un efecto nefasto en la población
nativa, diezmando a comunidades enteras y facilitando el dominio imperial. Con el
transcurrir del tiempo y el dominio realista se establecieron asentamientos coloniales
caracterizados por su variedad étnica, esta mezcla de población indígena, española y
africana llevó a la formación de una colonia heterogénea en términos raciales y
culturales. Con el transcurrir del tiempo, se llevaron a cabo procesos de mestizaje,
donde las diferentes tradiciones y prácticas culturales se fusionaron y dieron lugar a
una identidad mestiza característica de la región.
En estas nuevas sociedades se presentaron dificultades en aspectos que hoy se
determina de salud pública, la seguridad alimentaria para los nuevos subyugados se
convertiría en uno de sus grandes problemas generador enfermedades, los indígenas
encomendados, protegidos y misionados sufrieron de hambruna debido a la
explotación laboral, la ruptura de la vida familiar y la falta de respeto por los ciclos
agrícolas de siembra y cosecha, así mismo por el tributo impuesto a las comunidades
autóctonas. Por otro lado, los africanos esclavizados, aunque vivían con sus amos en
haciendas y casas, solo comían las sobras después de que los dueños blancos
satisficieran su propia alimentación.
El proceso de dominio y sometimiento de los indígenas también afectó sus hábitos de
alimentación, ya que comenzaron a adoptar paulatinamente los alimentos de los
colonizadores. Disminuyeron el consumo de carnes adquiridas en la caza de animales
silvestres y comenzaron a consumir más proteína de animales domésticos, aunque
no siempre tenían acceso a ellas. La interrupción de los patrones comerciales y
dietéticos condujo a la aparición de la deficiencia de yodo y la aparición del bocio
conocido popularmente como (coto) en varias comunidades a lo largo del río
Magdalena, incluyendo Mompox, así como en pueblos ubicados en las tierras altas
aledañas a las cordilleras Oriental y Occidental. (Guerrero, 1997)
Con la colonización, el mestizaje, sometimiento y desigualdad social se necesitaron
algunos métodos para mitigar las dificultades de salud pública que se presentaron en
la época en todos los niveles sociales, especialmente en los menos favorecidos, es
así como se visualizaron los primeros conceptos de higiene pública en el Nuevo Reino
de la monarquía española, partiendo desde la mitad del siglo XVIII, y teniendo en
cuenta los principios de la Ilustración europea, ciertos intereses políticos y económicos
de la Casa de Borbón, se implementaron una serie de reformas económicas, sociales
y culturales tanto en la capital, como en las colonias americanas. En este contexto, se
procuró implantar una política de salud que pretendía respaldar dichas
transformaciones y perseguía varios objetivos, incluyendo la implementación de
medidas para mitigar las epidemias, la organización y saneamiento de los perímetros
urbanos, la reubicación de los campos santos fuera de los centros poblados, el
fortalecimiento de las incipientes instituciones hospitalarias y la modernización de los
estudios médicos. (Echeverri, 2005)